Hasta el 29 de mayo solo se inscribieron 3351 para empezar el año académico 2020-I que arranca este primero de junio. Alumnos prefieren irse a otras casas de estudios que les ofrezcan más garantía académica.
Redacción La República: Liubomir Fernández
La Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez (UANCV) atraviesa su mayor crisis estudiantil. Según la Comisión Técnica Mixta, de dicha casa de estudios hasta el 29 de mayo solo 3 351 alumnos se inscribieron para iniciar el año académico 2020-I, que arranca este primero de junio.
El número de alumnos que aún desea continuar sus estudios es exiguo considerando los 26 mil estudiantes que alberga sus 22 carreras profesionales.
Literalmente la UANCV se está quedando sin universitarios luego que en marzo de 2020, la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) le denegara la licencia institucional. No cumplió con las Condiciones Básicas de Calidad contempladas en la Ley Universitaria.
Ahora solo le queda iniciar un proceso ordenado para cerrar definitivamente sus operaciones, en máximo 2 años. Tampoco podrá convocar nuevo procesos de admisión.
Sin embargo, el jefe encargado de la Sunedu, Oswaldo Zegarra, informó que próximamente, se emitirá una norma para ampliar el plazo de cese de las universidades con licencia denegada.
Se le concederá hasta tres años, adicionales al plazo vigente (2 años) para cumplir con sus obligaciones y estudiantes y, sobretodo, con las actividades afectadas por la emergencia ocasionada por la COVID-19 en todo el país.
El cierre inminente de la UANCV habría obligado a los alumnos a migrar a otras universidades del sur para culminar su carrera. “Mira he invertido por gusto un año de dinero por gusto. Si continuo acá no acabaré nunca. Es mejor irse a otra universidad más seria. Prefiero pagar un poco más a verme estafada en el tiempo porque esta universidad más que universidad es un nido de amigos que juegan a enseñar”, dijo Claudia Romero, estudiante del tercer semestre de Ingeniería Civil.
El malestar es el mismo en la mayoría de alumnos. Solo se matricularon los que están a punto de culminar sus estudios dentro de los dos años del proceso de cierre.
La República buscó la versión de las autoridades universitarias. Estas señalaron que prefieren no pronunciarse porque está demás ahondar en lo que ya se conoce y sus consecuencias a raíz de la determinación que adoptó la Sunedu.
El sociólogo Carlos Flores, indicó que el caso es un jalón de orejas para los directivos y docentes que no estuvieron a la altura de las actuales circunstancias académicas ni institucionales.
“Esto se veía a venir y será peor. La unidad afronta un descrédito y creo que los alumnos y padres de familia están contribuyendo a que desaparezca esta universidad. Creo que solo le queda un honroso cierre en buenos términos académicos y administrativos”, dijo.
Cáceres alegan propiedad
Antes del cierre de la universidad Andina, la familia Cáceres dice ser dueña de las propiedades universitarias. Según Javier Cáceres, hijo del exalcalde de Juliaca y Arequipa, Luis Cáceres Velásquez, la UANCV tiene personería jurídica de derecho privado, y por tanto, tiene dueño.
Explicó que en 1983 se le dio vida institucional a través de una fundación integrada por 13 personas. La Municipalidad de San Román y Radio Sol de Los Andes, está última de propiedad de la familia Cáceres, forman parte de la fundación.
Ahora solo le queda iniciar un proceso ordenado para cerrar definitivamente sus operaciones, en máximo 2 años. Tampoco podrá convocar nuevo procesos de admisión.
Sin embargo, el jefe encargado de la Sunedu, Oswaldo Zegarra, informó que próximamente, se emitirá una norma para ampliar el plazo de cese de las universidades con licencia denegada.
Se le concederá hasta tres años, adicionales al plazo vigente (2 años) para cumplir con sus obligaciones y estudiantes y, sobretodo, con las actividades afectadas por la emergencia ocasionada por la COVID-19 en todo el país.
El cierre inminente de la UANCV habría obligado a los alumnos a migrar a otras universidades del sur para culminar su carrera. “Mira he invertido por gusto un año de dinero por gusto. Si continuo acá no acabaré nunca. Es mejor irse a otra universidad más seria. Prefiero pagar un poco más a verme estafada en el tiempo porque esta universidad más que universidad es un nido de amigos que juegan a enseñar”, dijo Claudia Romero, estudiante del tercer semestre de Ingeniería Civil.
El malestar es el mismo en la mayoría de alumnos. Solo se matricularon los que están a punto de culminar sus estudios dentro de los dos años del proceso de cierre.
La República buscó la versión de las autoridades universitarias. Estas señalaron que prefieren no pronunciarse porque está demás ahondar en lo que ya se conoce y sus consecuencias a raíz de la determinación que adoptó la Sunedu.
El sociólogo Carlos Flores, indicó que el caso es un jalón de orejas para los directivos y docentes que no estuvieron a la altura de las actuales circunstancias académicas ni institucionales.
“Esto se veía a venir y será peor. La unidad afronta un descrédito y creo que los alumnos y padres de familia están contribuyendo a que desaparezca esta universidad. Creo que solo le queda un honroso cierre en buenos términos académicos y administrativos”, dijo.
Cáceres alegan propiedad
Antes del cierre de la universidad Andina, la familia Cáceres dice ser dueña de las propiedades universitarias. Según Javier Cáceres, hijo del exalcalde de Juliaca y Arequipa, Luis Cáceres Velásquez, la UANCV tiene personería jurídica de derecho privado, y por tanto, tiene dueño.
Explicó que en 1983 se le dio vida institucional a través de una fundación integrada por 13 personas. La Municipalidad de San Román y Radio Sol de Los Andes, está última de propiedad de la familia Cáceres, forman parte de la fundación.