Según fuentes dignas de crédito, el proceso de colaboración eficaz de José Miguel Castro abortó ayer cuando el fiscal Carlos Puma indicó que Castro no proporcionaba ninguna información que el Ministerio Público no tuviera ya. Puma decidió a continuación cerrar el acta y terminar la diligencia. Se suma a ese contraste la sorpresiva renuncia antes de la diligencia judicial de hoy, del abogado de Castro, José Orrego.
Por IDL-Reporteros.-
El patrón se repite una y otra vez en investigaciones bien llevadas contra delitos masivos de corrupción: la negación altanera ante las primeras confesiones; los cambios paulatinos de versión conforme emergen nuevas evidencias; y, finalmente, la admisión del delito cuando las pruebas quiebran las últimas coartadas y los cómplices de antaño se convierten en colaboradores eficaces para recibir los premios de la delación.
José Miguel Castro se acogió recientemente a la colaboración eficaz y, presionada por los hechos, Susana Villarán confesó al fin lo que negó durante tanto tiempo. No todo, pero lo que resta saldrá a la luz cuando las versiones de los delatores de aquí y allá sean cotejadas y comprobadas.
Estos son los meses de las revelaciones, cuyos datos y relatos modificarán la geografía de la corrupción en el país.
El desenlace, sin embargo, no hubiera sido ni será posible sin la investigación previa, la huella que condujo al resultado.
Aquí, IDL-Reporteros compila las notas principales sobre el caso que publicó desde que logró obtener las primeras confesiones de Jorge Barata sobre el tema en 2017.
En el pasado, Susana Villarán trabajó en IDL. Gabriel Prado también. Para IDL-Reporteros ello no significó ninguna diferencia. Investigar la corrupción enseña rápidamente que ella es ambidextra: entra en ella la derecha, la izquierda y el centro también. La investigación honesta contra la corrupción no es sobre ideologías sino sobre conductas.
Por IDL-Reporteros.-
El patrón se repite una y otra vez en investigaciones bien llevadas contra delitos masivos de corrupción: la negación altanera ante las primeras confesiones; los cambios paulatinos de versión conforme emergen nuevas evidencias; y, finalmente, la admisión del delito cuando las pruebas quiebran las últimas coartadas y los cómplices de antaño se convierten en colaboradores eficaces para recibir los premios de la delación.
José Miguel Castro se acogió recientemente a la colaboración eficaz y, presionada por los hechos, Susana Villarán confesó al fin lo que negó durante tanto tiempo. No todo, pero lo que resta saldrá a la luz cuando las versiones de los delatores de aquí y allá sean cotejadas y comprobadas.
Estos son los meses de las revelaciones, cuyos datos y relatos modificarán la geografía de la corrupción en el país.
El desenlace, sin embargo, no hubiera sido ni será posible sin la investigación previa, la huella que condujo al resultado.
Aquí, IDL-Reporteros compila las notas principales sobre el caso que publicó desde que logró obtener las primeras confesiones de Jorge Barata sobre el tema en 2017.
En el pasado, Susana Villarán trabajó en IDL. Gabriel Prado también. Para IDL-Reporteros ello no significó ninguna diferencia. Investigar la corrupción enseña rápidamente que ella es ambidextra: entra en ella la derecha, la izquierda y el centro también. La investigación honesta contra la corrupción no es sobre ideologías sino sobre conductas.